“SOY UN PROFESOR AL QUE LE GUSTA SER
PROFESOR”
Desde hace 26 años, Gergo Otxoa imparte
clases en la educación secundaria. Para ser
profesor ha tenido que recorrer una larga
carrera durante 5 años, en los que estudió
magisterio. Describe su trabajo así: “Todos los
días son diferentes y cada uno de ellos aprendo
algo nuevo; todos los días son originales”.
Hablando de su vida personal, Gergo tiene dos
hijos. Es una persona cercana y amigable, a la
que le extrañó que le tratáramos de usted y
enseguida nos pidió que le tuteáramos.
-¿Cuándo decidió usted que quería dedicarse a la enseñanza?
Tratarme de tú por favor, el usted me hace sentir más mayor. Respecto a la pregunta,
inicialmente yo quería haber estudiado biología, veterinaria o alguna cosa así. Pero me
di cuenta de que terminaría dando clases y decidí estudiar una carrera que tuviera que
ver con la educación, magisterio.
-¿Qué es lo que más te gusta de ser profesor?
Lo que más me gusta de ser profesor es que todos los días son distintos, que a la vez
que enseño aprendo muchísimo, porque durante estos 26 años todos los días los
alumnos me han enseñado una forma distinta de ser y aprender, por lo cual a la vez
que doy, recibo mucho. Todas las clases tienden a ser muy originales.
-¿Además de en la Ikastola Armentia, has dado clase en algún otro sitio?
Sí, lo primero que hice fue dar clases de euskera en AEK, posteriormente estuve en
Olabide pero solo haciendo una sustitución, de ahí pasé a Laudio Ikastola, donde pasé
la mayoría de los años que llevo en la educación y fui realmente muy feliz, y finalmente
en Armentia Ikastola en la que sigo siendo muy feliz.
-¿Qué ha sido lo más curioso que te ha sucedido durante una de tus clases?
Me imagino que anécdotas con los alumnos hay muchísimas, pero una de las cosas
que me sorprende mucho es que cada vez que suena la alarma y no tengo claro si es
un simulacro o realmente está pasando algo, el intentar poner orden cuando los
alumnos creen que es un cachondeo, suele ser un estado un poco alterado.
-¿Cuál es el apodo más gracioso que te han puesto tus alumnos?
La verdad es que no sé qué motes me han puesto, pero si me acuerdo que hubo una
época en la que utilizabamos terminaciones latinas, entonces me solían llamar
Gregorius. Pero yo también a los alumnos les llamaba con la terminación -ius.
-¿Te solías portar bien cuando eras alumno?
Mi recuerdo se inclina más a que no, quizás esa fue una de las razones por las que
quería ser profesor. Igual un poco egoístamente pensaba que yo podía hacerlo algo
mejor.
-¿A qué te dedicas en tu tiempo libre?
Vivo en un pueblo, entonces mis aficiones en estos momentos van un poco por la cría
de aves; estoy intentando recuperar razas autóctonas vascas y tengo mi incubadora…
Y a la gente de ciudad le parece muy sorprendente, pero a mi me gusta ver el
nacimiento de pollitos y saber que estoy recuperando una raza. Las plantas también
me gustan mucho, por ello tengo mi pequeño huerto. Principalmente me dedico a estas
cosas.
-¿Haces algún deporte? ¿Cuál?
Me gusta andar en bicicleta y pasear por el monte junto a mis hijos.
-¿Cuál es tu grupo de música favorito?
Uno que me gusta mucho es Gatibu. Principalmente escucho música en euskera, pero
la verdad es que la música no es mi afición.
-¿A dónde te gustaría viajar?
A cualquier parte del mundo, creo que a la vuelta de la esquina puedes encontrar gente
nueva, culturas, costumbres, hábitos y sorpresas que te pueden hacer feliz.
-Nos consta que estás al tanto en el tema de la central nuclear de Garoña, ¿qué
opinas sobre este asunto?
Aparte del debate que pueda haber sobre energía nuclear sí o no, lo que está claro es
que una central nuclear que está totalmente agotada puede crear muchos más
problemas que beneficios. Por ello, creo que debería estar cerrada desde hace mucho
tiempo.