2011/11/11

MI CASA IDEAL


Pasamos mucho tiempo en ellas, seguramente la mitad de nuestras vidas refugiados en ellas, y quizás no le demos la importancia que se merecen. No tienen sentimientos, ni tampoco personalidad, con permiso del periodista Iker Jiménez; aunque sí es verdad que hay de muchos tipos y que es muy difícil encontrarlas idénticas. A mí me gustaría que fuera de una manera especial, como creo que a cada persona le corresponde la suya. Estoy hablando de mi casa ideal.



¿Mi casa ideal? Pues aunque parezca una pregunta simple, es más compleja de lo que parece. Aún así, lo que tengo claro es que debería encontrarse en un lugar rural, donde los problemas se funden como el metal, y donde la amistad se llama pueblo.



En primer lugar, me complacería una puerta con el escudo de la familia en relieve, dando entrada a un jardín con un camino de piedra hacia la puerta del propio edificio. En el jardín un verde intenso pero acogedor, igual que obtiene el color del césped de los grandes estadios de fútbol. A la izquierda, una piscina que no tiene que ser grande, lo justo y necesario para darse el típico chapuzón veraniego. De la piscina se vería un campo de fútbol, de unos doscientos metros cuadrados y dos porterías. Siguiendo adelante un estanque de peces, con la flora y la fauna de los parques mas importantes, que darían un toque de elegancia a la vivienda. Unos metros más adelante, la zona de relax, para sentir la brisa y el olor de la más pura montaña; en ella unas cuantas hamacas y algunas mesas para las ocasiones especiales.



Una puerta es abierta y un mundo rural es descubierto por el recién entrado: a la izquierda tres sofás mirando a una televisión y a la pared de piedra que esconde una ventana magníficamente grande como si de un cuadro de dimensiones gigantes se tratara. Mediante un suelo de parqué llegamos a una cocina grande, de esas que prácticamente no existen con todos los electrodomésticos necesarios para la buena vida. Un comedor se aprecia al fondo, justo al lado de las escaleras con forma de caracol que suben hasta la segunda y tercera planta.



En la segunda planta, los dormitorios y los baños. Los baños rurales pero modernos al igual que elegantes, similares los dos pero con diferente color. Dos de los cuatro dormitorios prácticamente iguales, con una cama grande y un escritorio. Otra de ellas con una cama de matrimonio grande, muy grande. La última sería una habitación grande para las visitas con dos camas de donde se puedan sacar otras dos por debajo.

En la tercera planta la zona de ocio. Uno de los cuartos insonorizado, con unos sillones para las películas o series y un cañón para poderlas ver. En otro todos los videojuegos, consolas, cadenas de música… para estar los niños sin necesidad de molestar. En la tercera una sala de gimnasio, con seis o siete aparatos para mantenernos fuertes y sanos. Además, una sala con libros muchos libros, igual que una biblioteca, pero en pequeña. En el cuarto restante un sofá grande con vistas a la montaña y al pueblo, gracias una ventana enorme.



Esta sería mi casa ideal.

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